Hola, mi nombre es Alberto y siempre he dibujado animales. De hecho, creo que nunca he dibujado nada que no sea un animal, porque no hay nada que me motive más a dibujar que los seres con pelo, plumas, picos o garras, salvajes o domésticos, grandes o pequeños. Ya en el colegio, mi cuaderno de matemáticas no estaba lleno de fórmulas y operaciones, sino de perros, águilas, osos o caballos. Y lo que siempre fue una afición personal y que ocasionalmente surgía como una manera de ganar algún dinero, allá por 2018  empezó siendo algo más que una afición gracias al esfuerzo para darme a conocer y en 2021, a causa de la llegada de un mayor volumen de trabajos, se convirtió en una profesión a tiempo completo, que continua a día de hoy con más proyectos que nunca.

Trabajo diferentes estilos de dibujos, pero sobre todo me centro en el retrato. Y es en esos retratos donde intento captar la singularidad de cada animal, que el cliente vea el trabajo final y vea a su amigo, tanto el que corretea a su alrededor como el que ya no está. Y recibir una llamada de un cliente emocionado al ver el dibujo en vivo y confesar que es más real que una fotografía es lo que me anima a seguir trabajando, porque esto que hago es lo que más me gusta y lo que mejor sé hacer.